3 Febrero 1929. Finalizadas
las semifinales GENARO DE LA RIVA, presidente del R.C.D. Espanyol,
y los señores PARAJES y HERNÁNDEZ CORONADO, en representación
del Real Madrid, se reúnen con dirigentes de la Federación en la sede
de este organismo. El acuerdo es rápido y Valencia será la sede de la
final. Tampoco hay discusiones para designar el colegiado. Pitará PEDRO
VALLANA, y por si surge alguna contingencia, se nombra como árbitro
suplente, al también vizcaíno PELAYO SERRANO.
LOS DÍAS PREVIOS
La hora del partido se fija para las 14.50 horas del domingo 3 de febrero
de 1929 y en caso de empate será necesario jugar una prórroga de 30 minutos.
Si persiste la igualada está previsto un match de desempate el martes
en el mismo escenario y a la misma hora. Los precios de las entradas también
los fija la Federación. La más cara vale 12 pesetas.
El Real Madrid es el primero en llegar a Valencia. Lo hace la noche del
miércoles 30 de enero. Se concentra en Porta Coeli, pintoresco pueblo
cercano a la capital valenciana. El R.C.D.Espanyol no tiene tanta prisa
y viaja en tren el viernes. La expectación que suscita el encuentro es
enorme. Aproximadamente 5.000 seguidores blanquiazules se desplazan en
coche, tren o barco. GENARO DE LA RIVA, presidente y mecenas del
club, fleta por su cuenta un buque de la Compañía Trasmediterránea en
el que viajan cerca de 950 aficionados. Sale la noche del 2 de febrero
a las 20 horas del puerto de Barcelona. Tres cuartos de hora más tarde
y no muy lejos de allí, en la Estación de Francia, lo hace un tren con
650 seguidores más. Entre ellos se encuentran numerosos componentes de
la famosa Peña Ibérica. Las peñas Zamora y Vantolrá también se desplazan
a Mestalla.
Tras una larga noche de viaje, Valencia les recibe con lluvia. Agua y
más agua. La ciudad del Turia es como una enorme carpa negra formada por
infinidad de paraguas. Tal es el aguacero, que a mediodía se albergan
dudas sobre la disputa de la final. Para debatir la cuestión se convoca
una reunión a la que asisten el Gobernador Civil, miembros de la Federación,
el colegiado PELAYO SERRANO (PEDRO VALLANA había renunciado
a dirigir la contienda alegando motivos particulares) y los capitanes
RICARDO ZAMORA y FÉLIX QUESADA. Tras media hora debatiendo
se decide la disputa del encuentro.
Mucho se ha hablado sobre la decisión y especialmente si en ella influyeron
condicionantes extra deportivos. Lo cierto es que cuando se toma, el terreno
de juego todavía está practicable. Desgraciadamente para el espectáculo,
en las tres horas siguientes la intensidad de la lluvia se incrementa
y el césped queda hecho una laguna. Pero no hay vuelta atrás. A jugar.
LOS CONTENDIENTES
Las semifinales han dejado secuelas en ambos equipos. PORTAS, lesionado
en la ida no se recupera a tiempo. El canario GONZÁLEZ seguirá
supliéndole. El Comité de Competición castiga la expulsión de TENA
I en Les Corts con 2 semanas de sanción. La Federación Catalana eleva
una súplica para posponer el castigo pero finalmente no hay perdón. KÁISER
será quien le supla. En los blancos es baja segura el interior izquierda
LUIS URIBE. Con problemas físicos durante las últimas semanas,
se resiente en San Mamés en la vuelta de semifinales teniendo que abandonar
el terreno de juego. MORERA le sustituirá. Los banquillos los ocupan
JACK GREENWELL por el R.C.D.Espanyol y JOSÉ QUIRANTE por
el Real Madrid. Se da la curiosa circunstancia que el hoy técnico blanco
había entrenado anteriormente a los blanquiazules y fue precisamente GREENWELL
quien le sustituyó. Fue en Enero de 1928. Eran las jornadas decisivas
de aquel maldito Campeonato de Catalunya que la U.E.Sants nos arrebataría
con el célebre gol de OLIVELLA en el último minuto del torneo.
EL PARTIDO
A pesar de la pertinaz lluvia Mestalla presenta un aspecto imponente.
25.000 espectadores, de los cuales unos 10.000 son seguidores merengues
y 5.000 periquitos, lo llenan hasta la bandera. La recaudación alcanza
las 130.000 pesetas. A las órdenes del vizcaíno PELAYO SERRANO,
asistido por los señores GUM y ARZUAGA, los equipos forman
de la siguiente manera:
R.C.D.Espanyol: ZAMORA; SAPRISSA,
GONZÁLEZ; TRABAL, SOLÉ, KAISER; VANTOLRÀ,
BROTO, TENA II, PADRÓN y BOSCH.
Real Madrid C.F.: CABO; URQUIZU,
QUESADA; JOSÉ Mª PEÑA, ESPARZA, PRATS; LAZCANO,
TRIANA, GASPAR RUBIO, MORERA y LÓPEZ.
El partido coronará 10 nuevos campeones ya que de los 22 contendientes
tan solo dos han conquistado el trofeo con anterioridad. JOSÉ Mª PEÑA
con el Arenas Club de Getxo (1919) y RICARDO ZAMORA (1920 y 1922)
vistiendo la zamarra del F.C.Barcelona.
El R.C.D.Espanyol es el primer equipo en saltar al rectángulo de juego.
El árbitro efectúa el sorteo de campos ante QUESADA y ZAMORA.
Los blancos eligen campo y serán los hombres de GREENWELL los encargados
de mover el balón. La final va a comenzar. Ha llegado el gran momento.
PRIMERA PARTE
Pronto se hace patente lo impracticable del terreno de juego que hace
del partido un espectáculo surrealista. A pesar de ello el encuentro tiene
un inicio trepidante. Apenas transcurridos 3 minutos de juego QUESADA
comete penalti al arrollar a BROTO. No ha sido una acción excesivamente
clara, pero PELAYO SERRANO señala sin titubeos el punto fatídico.
Lo del punto es un decir. Ni rastro de él queda ante semejante aguacero.
Un, dos, tres, cuatro .... y once. Aquí. No hay más remedio que recurrir
a la medición de la distancia contando los pasos. El especialista SOLÉ
no va a ser esta vez el encargado de ejecutar la pena. Sus fallos en anteriores
partidos le han restado confianza y es GONZÁLEZ quien asume la
responsabilidad. Pero el resultado es el mismo. El tiro del back canario
sale blando y sin malicia. CABO apenas si se mueve del centro de
su marco para contrarrestarlo. Estallido de júbilo en las filas madridistas.
El primer tiempo discurre en medio de una igualdad absoluta dentro de
lo que el campo permite, que es bien poco. Partido meramente físico. Mal
día para los artistas. Una pena.
SEGUNDA PARTE
Nada más reanudarse el juego, GONZÁLEZ comete falta sobre LAZCANO
dentro del área. Es como mínimo tan punible como la que originó el penalti.
Pero pese a las protestas blancas, el colegiado considera carga legal
la acción del zaguero y deja seguir el juego.
A los 58 minutos cambia el signo del la final. Un pase largo de SOLÉ,
que está realizando un partido perfecto, genera un contraataque que llevado
por BROTO y VANTOLRÀ acaba con un centro de este último.
URQUIZU resbala y cae. QUESADA, sorprendido, no rectifica
a tiempo el error de su compañero y la pelota cae a pies de TENA II.
El ariete no perdona. Casi nunca lo hace. Su tiro al ángulo superior izquierdo
bate a CABO. R.C.D. ESPANYOL - REAL MADRID (1-0).
El gol recrudece la lucha y a los 65' se produce una tangana. PADRÓN
entra duro a MORERA. GASPAR RUBIO, encrespado, se dirige
al canario en actitud amenazante. BROTO se cruza de por medio para
defender a su compañero y ambos llegan a las manos. También interviene
TENA II. El árbitro se muestra inflexible y decide que no es necesario
que se mojen más. De una tacada los tres a la calle. BROTO se resiste.
Será la fuerza pública quien le ayude a encontrar el camino de salida.
Con casi media hora por delante y cuando el cansancio empieza a aflorar
los blanquiazules pierden dos jugadores y se ven abocados a defenderse
como gato panza arriba.
Pero cuando más difícil se presumía el partido un despeje largo de la
defensa lo caza BOSCH que consigue zafarse de URQUIZU y
QUESADA. Su galopada le sitúa delante de CABO, pero el chut
lo neutraliza el portero madrileño. Parece que el peligro acaba pero la
porfía del delantero hace que la pelota se le escurra de las manos al
meta. "TIN" agradece el regalo y marca a puerta vacía. Es el minuto
73 de partido y la Copa está más cerca. R.C.D. ESPANYOL - REAL MADRID
(2-0).
A los hombres de QUIRANTE ya sólo les queda la heroica. Y allí
que van. URQUIZU abandona la defensa y pasa actuar de ariete puro.
El agobio sobre ZAMORA se acentúa. Quedan quince minutos de asedio.
Todos lo saben. No obstante en un rápido contragolpe el R.C.D.Espanyol
está a punto de sentenciar la final cuando un tiro de VANTOLRÀ
es repelido por la base del poste de la meta de CABO.
Acto seguido marca el Real Madrid. Se llevan 78 minutos de juego y una
falta botada por los blancos produce una melee gigantesca ante la meta.
Nadie acierta a resolver el barullo y tras un rebote el balón sale despedido
hacia a LAZCANO que tan solo tiene que empujar el balón a las redes
desguarnecidas. Toca sufrir. RCD ESPANYOL - REAL MADRID (2-1).
Los minutos finales son un acoso y derribo que saca a relucir lo mejor
del gran ZAMORA. Más "Divino" que nunca salva dos claras pelotas
de gol para desesperación de la parroquia merengue. A los 89 minutos y
presa de los nervios GONZÁLEZ y TRIANA se agreden mutuamente.
También verán el final del partido fuera del rectángulo de juego. Sólo
quedan 17 de los 22 que empezaron y algunos, como VANTOLRÀ, con
verdaderos problemas para sostenerse.
Pocos instantes después PELAYO SERRANO termina con el sufrimiento
físico de los que quedan en pie y con el anímico de los españolistas que
veían peligrar el triunfo. Su silbato indica el fin del épico partido.
Se acabó. Por fin. ¡¡¡ El RCD Espanyol es CAMPEÓN DE ESPAÑA !!! Invicto.
Exhausto. Con tan sólo 8 jugadores sobre el terreno de juego. Pero campeón.
Vencedor del máximo trofeo a que podía aspirar un equipo de fútbol por
aquel entonces.
Al final del match el capitán RICARDO ZAMORA sube al palco y recibe
la Copa de vencedor de manos del Presidente de la F.E.F. Don PEDRO
DÍEZ DE RIVERA (Marqués de Someruelos).
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